Mi primera hija nació por cesárea, muy a mi pesar. Yo moría por que fuera parto natural, durante mi embarazo hice yoga, natación y también iba con una nutrióloga para que me diera una alimentación apropiada para cada etapa de mi embarazo. Cuando cumplí las 40 semanas mi Ginecóloga me dijo que no estaba dilatada y que como no tenía contracciones con dolor era mejor programar la cesárea ya que a ella no le gustaba pasar de las 40 semanas ya que se le hacía peligroso y sin mayor opción o explicación me programo una cesárea para el siguiente día. La realidad es que me asustó y no quise poner en riesgo a mi chiquita y no la cuestioné para nada.
Ese día que salí del doctor, no dejé de llorar como en 2 o 3 horas (creo que mi intuición no fallaba), yo no entendía por qué no podía ser natural si tanto mi bebe como yo nos sentíamos perfectas. Yo había tenido un embarazo divino, sin ningún malestar, ni nada, yo me había sentido perfecta las 40 semanas, entonces no me cuadraba el que tuviera que terminar con una cirugía que me iba a hacer sentir como enferma por unos días. Como dato... mi panza se ponía súper dura muy seguido, pero no me dolía nada. Ahhh claro una justificación de la Ginecóloga fue que la cabeza de mi bebé venía muy grande y no lograba encajarse y que según por eso las contracciones no me dolían ya que no eran efectivas. Así que a las 7:30 am del día siguiente mi pequeña había nacido sin hacer el menor esfuerzo. Y en lo personal no me agradó nada la cesárea, la herida me dolió horrible por mucho tiempo y me sentí mal por un par de semanas, lo que no había sentido durante todo el embarazo.
Así que cuando me embaracé por segunda vez, decidí documentarme más acerca de las posibilidades de tener un parto, justo me esperé 2 años para poderme embarazar ya que era uno de los requisitos para poder tener Parto Vaginal después de Cesárea (las siglas son PVDC y en inglés VBAC) y me empecé a informar mucho y a buscar personas que supieran más del tema. Así llegue con Lola Casillas que es Doula, una persona justo interesada en el PVDC, la cual fue mi instructora de Yoga durante todo mi segundo embarazo. Cuando la conocí, tuve una sesión con ella y lo primero que me dijo fue:
"Si tu quieres un parto después de tu cesárea, debes de estar dispuesta a cambiarte de doctor, ya que no todos se atreven a hacerlo, pues requiere ciertos cuidados" y fue ese día (yo con 12 o 15 semanas de embarazo) que se sembró esa idea de dejar a mi Ginecóloga, que me había hecho una cesárea, ella en todas las consultas me decía que si íbamos por un parto si todo se prestaba para ello, pero justo cuanto tenía las 39.3 semanas, la historia se repetía, yo sin dilatar, sin contracciones dolorosas y entonces la Dra. me dice "si en 5 días no tienes contracciones te voy tener que volver a programar cesárea", pero ni siquiera quería darme una semana completa (8 días), me daba solo 5 días ya que ahí cumplía las 40 semanas, pero esta vez yo me había informado más así que le pregunté por que no podíamos esperar unos días más al menos 2 o 3 días, para ver si empezaba yo con trabajo de parto o si podía inducirme con un poco de Oxitocina y ella muy tajante me dijo que no, que si yo me quería arriesgar tenía que firmarle una carta responsiva, lo cual me dio mucha desconfianza ya que ella es la profesional de la salud y perdió toda mi confianza al no explicarme más a detalle.
Obviamente, volví a salir llorando del Doctor, pero esta vez tenía unos días para accionar y esta vez si le hice caso a mi intuición, así que hice todo lo que estaba en mis manos, fui con un Quiropráctico, hice ejercicios que mi maestra de Yoga me pasó (cosas sencillas como caminar, ejercicios en escaleras o banquetas, posiciones para dormir, o movimientos con la pelota) y lo más importante, recordé las palabras que ella me dijo unos meses atrás "Tienes que estar dispuesta a cambiar de doctor" y así faltando un día para que fuera mi 2da cesárea fui con otro Ginecólogo que me habían recomendado muchísimo y que le había hecho cesárea a una amiga que buscaba igual que yo un PVDC, pero ella tenía riesgo de ruptura de útero así que fue más que justificada. Y así a las 8:00 pm llegué a su consultorio para pedir su opinión acerca de mi caso. Y me dio una lista de cosas que uno tiene que cumplir para lograr el PVDC y son:
Dejar pasar cerca de 2 años después de la cesárea para que uno se pueda embarazar.
El ritmo cardíaco del bebé este perfecto
El grosor de la herida de la cesárea mida al menos 5 milímetros en el momento del parto para evitar un desgarre.
Esta última es la más importante ya que la herida no aguanta el parto y se puede reventar el útero.
Después de revisarme a mí y a mi bebé, el ginecólogo me explicó que si era candidata para un PVDC y que yo ya estaba en trabajo de parto, estaba con 3 centímetros de dilatación y 70% de borramiento, y que mis contracciones sí eran efectivas, sólo que no me dolían. Lo único que no le gustó al Dr. fue que yo tenía el líquido amniótico un poco turbio y eso no le gustaba así que me propuso, ponerme un poco de Oxitocina, para acelerar un poco las contracciones, poder romper la fuente para ver que era y de ahí tomar una decisión. Y ese fue el plan que seguimos, así que conocí al Dr. y me quedé a parir con él. Y para las 7:27 am nació mi chiquito, después de varias horas de luchar para salir. Y yo me sentí la más feliz y orgullosa por haberle hecho caso a mi intuición. Obvio mi esposo y yo nos sentíamos lo más tristes ya que después de esta historia creemos que nuestra primer hija también pudo haber nacido por parto natural, pero ya ni llorar es bueno, todo pasa por algo.
Lo que aprendí de todo esto es que nunca debemos de quedarnos con una sola opinión y que siempre debemos de hacerle caso a nuestra intuición. Adicional es súper importante informarnos acerca de nuestras opciones y de los posibles riesgos.
Y bueno yo soy el claro ejemplo de que sí se puede tener un Parto Natural después de una Cesárea, siempre y cuando te cuides y estés atendida por un Doctor que este dispuesto a cuidarte y acompañarte en cada minuto.
Un beso,
Daniela
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